martes, 14 de agosto de 2018

El rostro sustituirá al ADN y las huellas

 El rostro sustituirá al ADN y las huellas dactilares como método de investigación criminal. Una nueva generación de cámaras para identificar al instante  a terroristas. Ya se prueba en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos y con tecnologías españolas.
¿Privacidad o seguridad? El debate vuelve a estar abierto.  La revolución del reconocimiento facial. El FBI maneja una base de datos con 150 millones de caras. Eso si, su algoritmo tiene un .de error del 15 por ciento... fallan más con los rostros de las personas negras.
Tecnología española, en este sentido, la policía alemana está realizando un ensayo en la estación Sudkreuz de Berlín combinando tres algoritmos de tres compañías privadas diferentes, una de ellas, Herta Security, española con sede en Barcelona y oficinas en Madrid, Londres y Los Ángeles, se ha implantado en 50 países.
Se procesan en un segundo 30 millones de rostros registrados en una base de datos. Herta ha ganado proyección mundial gracias a eventos como los globos de Oro y los Emmy para evitar a los fans que molestan y acosan a las estrellas famosas.
Entre sus clientes la UEFA, Estación Sur de Madrid, donde al menos una docena de las cien cámaras instaladas disponen ya de biovigilancia. Hace una década, la tasa de reconocimiento en pruevas similares superaba el 30 por ciento y rondaba el cero durante las primeras horas del día o al caer la noche.
Hoy la precisión es muy alta, pero no perfecta. Basta que el sistema se equivoque una vez de cada mil para que sea un incordio. Una terminal como la del aeropuerto de Madrid, con 150.ooo viajeros diarios, estariamos hablando de 150 falsas alarmas al día, diríamos que eso es inadmisible.


Un chiste: un andaluz está tumbado al sol, por su lado pasa otro andaluz, el que está tumbado le pregunta:
Cusha, chiquillo ¿tengo la bragueta abierta?
No.
Pues entonces mearé mañana.

Otro pero de Lepe: ¿Sabes por qué los de Lepe no toman leche?
No, ¿porqué?
Porque no les cabe la vaca en la nevera.

Les esperamos con mucho cariño en la próxima estación.


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