La adolescente iba a colgarse una de las vigas que sobresalen de la azotea de un edificio de ocho plantas y su compañero le sacaría fotos. Una temeridad, visto el escenario elegido.
La chica no dudó en colgarse de una de esas vigas ancladas a un muro de la azotea.
La primera parte del plan salió como estaba previsto, la adolescente consiguió esas fotos con el cuerpo suspendido al vació y las manos cogidas ala viga.
El problema llegó cuando quiso regresar de nuevo a la azotea. Las fuerzas le fallaron y no pudo volver a la terraza, así que la única opción para evitar la caída era dejarse caer a la cornisa que tenía abajo sus pies. Es lo que hizo, pero no calculó que una vez tuviese los pies en ese estrecho pasillo de hormigón, tendría que saltar una pared casi tan alta como ella para acceder a la azotea.ra
En cuestión de segundos se pasó de esa mala entendida diversión que solo busca exhibirse en las redes.
La adolescente, se asustó y sufrió un ataque de nervios al ser consciente de que era incapaz de subir hasta la terraza, además de darse cuenta de que su amigo no podía ayudarla y también se dio de que su conducta la había puesto en una situación de peligro extremo.
La Guardia Urbana fue avisada de la situación, se desplazaron hasta esa azotea. Calmaron a la adolescente atrapada en una cornisa de un inmueble de ocho plantas a la chica la subieron a pulso hasta la terraza.
Allí mismo fue atendida por un equipo de diversas heridas leves en los brazos y después se avisó a sus familiares de la chica que se personaron en pocos minutos al lugar para llevársela a su casa.
Y yo pregunto, ¿vale la pena jugarse la vida por una foto? En este caso ese egocentrismo digital basado en el riesgo extremo no ha pasado de un susto y la protagonista podrá contarlo, un final muy feliz.
En la últimas historias conocidas y relacionadas con este tipo de fotos que acaban en tragedia.
No estamos de broma. Desde el pasado mes constan al menos media docena de muertes. En los últimos cinco años se habla de más de medio centenar de fallecimientos relacionados con fotos tomadas en escenarios de riesgo.
Para mi no hay duda, es una falta de inteligencia y como no, de una responsabilidad galopante.
UN CHISTE: He dejado de hacer pesas y me he echado novia de Zaragoza.
¿Y eso qué tiene que ver?
Pues más vale maña que fuerza.
Otro pero de Lepe:¿ Sabes por qué las de Lepe ponen ruedas a sus cocinas?
No, ¿Por qué?
Para hacer cocina rápida.
Les esperamos en la próxima estación.
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