José Andrés reconocido como filántropo, de la noche a la mañana, se ha convertido en un héroe para muchos americanos.
Nos dice José Andrés: LLegué a Nueva York en 1991 con poquito dinero el que me dio mi madre, para empezar. Hacía mucho frió en Manhattan. Un detalle que siempre recuerdo, estaban todas las chimeneas de la ciudad echando humo a tope.También recuerdo que el taxista me dejó en quinta puñeta, ¿Por qué lo hizo? yo no me se contestar... Pues porque la vida es una aventura.
Así es como yo recuerdo mi llegada, hace casi 25 años en Estados Unidos.
Nuestro cocinero español, nació en Mieres Asturias, cocinó en la Marina española, cruzo el charco y dos años después abrió su primer restaurante.
Ahora gestiona un imperio de 25 locales y más de 800 empleados, José Andrés es toda una personalidad en Estados Unidos donde hace unos meses recibió la Medalla Nacional de la Humanidad, de manos de su amigo el ex presidente Barak Obama.
Yo opino que nuestro querido José Andrés, se ha equivocado al demandar nada menos que a todo un presidente, creo que José Andrés su miedo tendrá.
Lo mejor será explicar el por qué de esta situación, todo comenzó así: En 2014 el cocinero y el presidente firmaron un contrato para un restaurante en el nuevo hotel de Trump en Washington.Pero cuando Trump se presentó a las primeras republicanas, fue cuando el cocinero decidió anular el contrato firmado,rompiendo lo que le unía con el presidente Trump.
Lo hizo por qué había tachado a los emigrantes mexicanos. Y como era de esperar el presidente lo demandó por incumplimiento de contrato y pidió diez millones de dólares, por daños y perjuicios.
José Andrés, contra atacó con otra demanda y le pidió ocho millones de dólares.
A mi entender yo creo que nuestro cocinero de nuevo se equivoca , por la sencilla razón de que ha sido el que comete el primer error rompiendo el contrato sin estar de acuerdo las dos partes.
No conforme con ello el cocinero contra ataca, yo creo que sin tener razón, es por ello por lo que el caso sigue en el juzgado. José Andrés para mí tiene el caso perdido de antemano.
Pero si miramos el caso con frialdad, nuestro cocinero es una persona carismática que se mueve con libertad entre los políticos y los desahuciados de Haití, donde tiene su corazón.
Gestiona Minibar, su restaurante con dos estrellas Michelín, pero también proyectos solidarios como el de Haití después del terremoto de 2010. Poco después creó una ONG que lucha contra la pobreza.
Usa la comida contra la pobreza, comida energética para los alumnos de primaria.
Y no olvidemos a su amigo Obama que se llevo a nuestro chef a dos viajes a Kenia, tierra de ancestro, y a Cuba. Obama en el 2013 fue cuando le concedió a nuestro chef la nacionalidad de Estados Unidos
Obama seguirá liderando la moralidad de este país, puede que nuestro chef cuente con esa posibilidad la de recibir ayuda de Obama.
Pero por otra parte tenemos a Donald Trump, el presidente más impopular en muy poco tiempo. No es carismático ni héroe, al parecer puede que tenga una misión que cumplir por encima de todo, pero de momento es la persona más odiada.
Pero a pesar de todo yo creo que tiene el juicio ganado.
Un pensamiento:
Cuando la verdad sea demasiado débil para defenderse, la solución no es pasar al ataque.
Un refrán:
Abriga bien el pellejo si quieres llegar a viejo.
Yo como siempre les espero con otra noticia, en la próxima estación.
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