viernes, 28 de diciembre de 2018

Por diez euros una vida.

Un  joven de 18 años estuvo en julio de voluntario en una escuela. Un día, mientras jugaba con los niños en el patio, vio que en el suelo a pleno sol, yacía una niña. Se lo dijo a la profesora, pero esta ni se inmuto.Él cogió en brazos a la niña hervía de fiebre. Volvió a insistir a la profesora, ella.
Tú mismo, tendrá malaria...
Él, de inmediato la acompaño a su casa. La madre, viuda y con hijos, le dijo que ella no podía hacerse cargo ni de las medicinas ni de llevarla al hospital. La llevó entonces el joven, allí le hicieron analítica y él compró las medicinas.
Y buscó una persona que explicara el tratamiento a la madre. Todo le costó diez euros.
Resultado de imagen de sonrisas de niñosA los pocos días la niña volvió al colegio con una gran sonrisa.
Esta historia me hizo pensar y mucho y si quiero ser sincero me estremeció.
Yo estoy convencido de que el objetivo de todo gobernante debería ser, erradicar la miseria de su país, con la ayuda de los países más ricos.
Que tristeza y que vergüenza que mueran tantos niños y seres humanos por no tener diez miserables euros y a veces menos.

Una frase, para reflexionar: Digamos que existen dos tipos de mentes políticas: una apta para inventar fábulas y otra dispuesta a creérselas.

Un chiste, pero de Lepe: ¿sabes por qué los de Lepe meten los dedos en los enchufes?
No, ¿por qué?
Porque es una fuente de alimentación.

Yo como siempre les espero en la próxima estación.



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