sábado, 2 de diciembre de 2017

Amigo hoy tengo una entrada graciosa.

-¿De que se trata, Nuño?
Es muy graciosa, yo se que te gustará...
-Pero amigo Nuño, suéltala ya, te repito  ¿de que se trata?
De la risa.
--No me digas, que es sobre la risa.
-Sí de la risa, amigo de siempre.
-De acuerdo, pues cuenta, soy todo oreja.
Ahora que lo pienso, me parece una tontería...
-Tú, Nuño, no dices nunca tonterías, así que empieza a contar.
-Te diré: Un día se me ocurrió la sonriente idea de, desde el mismo momento de salir de casa hasta regresar, ya más que entrada la tarde, no berraría la sonrisa de mi cara, porque estaba de muy buen humor...
-Nuño, eso esta muy bien ¿que pasó?
-Como tú dices: es cu chame con mucha atención. Como te decía sonreír y comprobar la reacción de aquellos los que me cruzaba, la idea yo creo que fue ocurrente y divertida, pero también desilusionante, pues después, además asombro, extrañeza y fruncimientos, la sonrisa no rebosaba en las calles de las ciudades. A lo mejor se les había olvidado sonreír o no tienen motivos para hacerlo.
Hay mucho mal humor y  el ceño disponible para un gesto implacable...
-¿Nadie sonríe en tu ciudad, Nuño?
-No puedo decir que no, pero sí muy poco y eso que el sonreír, no cuesta dinero, es gratis. Pero yo ese día me sentí muy comodo y feliz con mi sonrisa en mi cara, y pienso repetir en los próximos días.
-Si te parece bien, amigo Nuño, lo hacemos juntos.
-Por mi parte, ya esta aprobado.
-Y por la mía también, ¿que día?
-El martes.
-De acuerdo el martes Nuño.
Así será, amigo.
El martes el día que que damos, yo ya salí de mi casa con la sonrisa en mi cara, al encontrarme con mi amigo Nuño, su cara parecía la mía, estábamos muy felices. paseamos por la ciudad, nos miraban, pero no cambiaban su cara, que pasaba.
Pero para sorpresa nuestra a esto de las tres de la tarde comprobamos que nos seguían la gente con una cara alegre y sonriente, nos imitaban. era una gozada comprobar que cada vez era más gente de todas las edades, niños muy pocos.
Jóvenes, la mayoría de los que se habían sumado a la cabalgata.
-Esto amigo nos demuestra, que la gente siente unas ganas locas de reír, si se les proporciona el móvil para reírse.
Todos pasamos unas horas felices y sin ningún problema,
-Que te parece Nuño, si quedamos para otro día.
-Con mucho gusto.
-Gracias por la idea, amigo Nuño, ya he quedado para el próximo martes.
De nada y me alegro de que el martes nos encontremos de nuevo amigo de siempre.

Un pensamiento:
La historia del mundo es la suma de aquellos que hubiera sido inevitable.

Un refrán:
Cinco no son montón, pero siete ya lo son.

Yo siempre les estaré esperando en la próxima estación con otra entrada.






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